La cuenta de pérdidas y ganancias: Ingresos y gastos de la empresa.

¿Cuál es la rentabilidad del negocio?

por | Feb 17, 2023

Uno de los objetivos principales de la contabilidad es informar periódicamente de los resultados derivados de la actividad realizada por la empresa. El estado contable que informa sobre la cifra del resultado de la empresa y sus componentes –ingresos y gastos- es la cuenta de Pérdidas y Ganancias (en adelante “P&G”).

Las partidas de ingresos y gastos enfrentadas al final de un período concreto proporcionan el excedente o resultado final alcanzado, de forma que, si los ingresos son superiores a los gastos, obtendremos un beneficio o resultado positivo; por el contrario, si los ingresos son inferiores a los gastos, obtendremos pérdidas o un resultado negativo.

Ingresos

El Plan General de Contabilidad (en adelante “PGC”) nos define los ingresos como incrementos en el patrimonio neto de la empresa durante el ejercicio, ya sea en forma de entradas o aumentos en el valor de los activos, o de disminución de los pasivos, siempre que no tengan su origen en aportaciones, monetarias o no, de los socios o propietarios. El registro de un ingreso conlleva el reconocimiento simultáneo o el incremento de un activo, o la desaparición o disminución de un pasivo (o una combinación de ambos efectos).

Con carácter general, la fecha de reconocimiento de los ingresos ha de respetar lo requerido por la hipótesis del devengo, esto es, un ingreso se considerará devengado y se tendrá que registrar cuando la entidad haya completado el proceso que le da derecho a recibir la oportuna contraprestación y cuando se haya producido un intercambio o transacción. De este modo, los ingresos por ventas se reconocerán cuando se produzca la entrega; los ingresos por prestaciones de servicios cuando éstos se hayan prestado y los ingresos derivados de la cesión de activos cuando éstos sean usados o a medida que pase el tiempo.

El PGC nos dice que los ingresos procedentes de la venta de bienes y de la prestación de servicios se valorarán por su importe neto, es decir, se deducirán los descuentos de cualquier tipo.

Además, el PGC establece otras reglas relativas a la contabilización de ingresos:

  • En las partidas de ingresos podrán incluirse los intereses incorporados a los créditos comerciales con vencimiento no superior a un año, cuando no tengan un tipo de interés contractual y el efecto de no actualizar los flujos de efectivo no sea significativo;
  • Los impuestos que gravan las operaciones de venta (p.e IVA), así como las cantidades recibidas por cuenta de terceros, no formarán parte de los ingresos;
  • Si hay dudas acerca del cobro de un importe previamente reconocido como ingreso por venta o prestación de servicios, la cantidad cuyo cobro se estime improbable se registrará como un gasto por corrección de valor por deterioro y no como un menor ingreso.

Gastos

El PGC nos define los gastos como decrementos en el patrimonio neto de la empresa durante el ejercicio, ya sea en forma de salidas o disminuciones en el valor de los activos, o de reconocimiento o aumento del valor de los pasivos, siempre que no tengan su origen en distribuciones, monetarias o no, a los socios o propietarios.

Los conceptos de gasto más habituales vienen representados por el importe monetario correspondiente a:

  • Los recursos consumidos o cancelados en el ejercicio, como consecuencia de activos que han causado baja, pasivos exigibles reconocidos o servicios prestados, como contraprestación a una transacción;
  • La fracción imputable al ejercicio de las disminuciones de activo (p.e amortizaciones);
  • Las pérdidas puestas de manifiesto por disminuciones reales o potenciales en el valor de los activos o por aumentos en los pasivos exigibles;
  • Los pasivos exigibles reconocidos o los activos cedidos a título gratuito.

Tal y como sucede con los ingresos, el reconocimiento de los gastos se producirá de acuerdo con la hipótesis del devengo, cuando se hayan consumido los productos o servicios que originan las disminuciones de activos o aumentos de pasivos exigibles.

Podemos encontrar P&G que clasifiquen los gastos por su naturaleza o por su función.

Por naturaleza, el PGC establece los siguientes subgrupos:

  • Servicios exteriores;
  • Tributos;
  • Gastos de personal;
  • Gastos financieros;
  • Pérdidas procedentes de activos no corrientes y gastos excepcionales;
  • Dotaciones para amortizaciones;
  • Pérdidas por deterioro y otras dotaciones.

Por su función, los gastos se pueden dividir en:

  • Coste de la mercancía vendida;
  • OPEX (Gastos de venta o comerciales y Gastos generales y de administración);
  • Gastos financieros; 
  • Impuesto Sobre Beneficios.

Cuenta de pérdidas y ganancias

La P&G recoge los ingresos y los gastos del ejercicio (exceptuando los que se imputan directamente al patrimonio neto) y por diferencia de unos y otros se llega al resultado final del ejercicio o resultado neto, además de a los distintos márgenes intermedios en los que se desglosa dicha cifra.

En el cuerpo de la P&G se presentan dos únicos márgenes o tipos de resultado principales: Resultado de Explotación y Resultado Financiero. La suma de ambos resultados determina el Resultado antes de Impuestos, cifra a la que se le restará o sumará la cifra del impuesto sobre beneficios para obtener el Resultado del Ejercicio.

A continuación se puede ver un modelo oficial no abreviado de  P&G que muestra las partidas que componen estos márgenes intermedios:

La P&G oficial viene condicionada por exigencias legales y fiscales para informar a terceros, por lo que no es útil para la toma de decisiones.

Sin embargo, para poder realizar un análisis más exhaustivo de la P&G se puede realizar una clasificación complementaria a la del PGC. Es lo que llamamos cuenta de P&G analítica.

Cuenta de pérdidas y ganancias analítica

La P&G analítica, se elabora teniendo en cuenta sólo criterios económicos y nos facilita resultados parciales, por lo que la información que se desprende de ella es más adecuada para la gestión y para la toma de decisiones, ya que se obtiene el resultado por productos, líneas de productos, mercados, etc.  

La P&G analítica tiene la siguiente estructura que incluye el cálculo de varios resultados intermedios. Todos ellos aportan información útil para la toma de decisiones hasta llegar al resultado final:

  • Ventas: El volumen de ventas nos dará una indicación del tamaño de la compañía, y la ratio de crecimiento de éstas año tras año nos podrá dar pistas de si la empresa se encuentra en una fase inicial o en una fase madura. Por ejemplo, sería habitual que una startup que acaba de empezar tenga un ratio de crecimiento de venta mayor que una empresa como Apple o HP.
  • Coste de las ventas: Para las empresas comerciales, se determinará sumando al valor de las existencias iniciales o del inventario inicial (Ei) a las compras netas del ejercicio (CN) y restando el valor de las existencias finales (Ef).
CV = Ei + CN – Ef

Para las empresas industriales se aplicará el mismo procedimiento de cálculo, pero sustituyendo las compras netas por el Coste de los Productos Terminados (en adelante, “CPT”), el cual se calcula:

CPT = Existencias Iniciales de los Productos en Curso + Coste de la Producción del Período – Existencias Finales de Productos en curso.

A su vez, el Coste de la Producción del Período (en adelante “CPP”) se calculará:

CPP = Coste de las materias primas consumidas + Mano de obra directa + Gastos indirectos de fabricación.

Para calcular el Coste de las Materias Primas Consumidas (en adelante “CMPC”):

CMPC = Existencias iniciales de materias primas + Compras netas de materias primas – Existencias finales de materias primas.
  • Margen Bruto: Es una magnitud de especial relevancia, puesto que representa el resultado proporcionado por la actividad principal y es la cifra que debe permitir absorber el conjunto de gastos no incluidos en el coste de la mercancía vendida o el servicio prestado. En términos generales, sólo si el margen bruto se sitúa en niveles aceptables podrá alcanzarse un resultado líquido adecuado.

    Para saber si la empresa está manteniendo unos niveles de margen brutos adecuados podemos compararlo con otras empresas del sector. También es conveniente analizarlo en relación con las ventas año tras año. Si el margen bruto se mantiene estable o crece y las ventas de la empresa siguen creciendo, significará que ésta está siendo capaz de crecer sin tener que disminuir los precios. 

  • Costes directos: Costes asociados directamente con la producción o con la prestación del servicio que el negocio realice.
  • Margen de contribución: El margen de contribución es el resultado de restar los costes directos al margen bruto.

    El Margen de Contribución es un indicador que, como su propio nombre revela, informa a la empresa sobre cuánto contribuye un producto determinado a cubrir los gastos fijos del negocio.

    Un buen Margen de Contribución va a resultar de gran ayuda para obtener una buena rentabilidad económica, ya que permite cubrir de forma amplia los gastos de explotación de la empresa, dejando un excedente suficientemente amplio para que dicha rentabilidad sea aceptable.

  • OPEX (Costes operacionales): Engloba los gastos de venta, los cuales incluyen partidas tales como los sueldos y comisiones de los vendedores, los gastos de publicidad, las dotaciones por amortización del inmovilizado afecto a la actividad de venta o los gastos de transporte de los artículos vendidos.

    También encontramos aquí los gastos generales y de administración que engloba los sueldos del personal directivo y administrativo, los suministros y materiales de oficina utilizados, los gastos de asesoría jurídica y la amortización del mobiliario y los equipos informáticos, entre otros.

    Para analizarlos también los tenemos que poner en relación con las ventas. Si las ventas crecen a mayor ritmo que los costes operacionales significará que estamos siendo capaces de vender mayor cantidad empleando menos recursos para la venta.

  • EBITDA: Muestra el beneficio de una empresa antes de restar los gastos financieros, los impuestos propios del negocio, las depreciaciones y la amortización de las inversiones realizadas. El propósito del EBITDA es obtener una imagen fiel de lo que la empresa está ganando o perdiendo en el núcleo del negocio.

    Esto es, el EBITDA es un ratio que te permite saber de una manera rápida y sencilla si el negocio es rentable o no, más allá de otros ajustes o de cómo lo hayas financiado.

    Además, es muy útil para comparar empresas, sus datos históricos, su salud y vitalidad, ya que muestra una información que no está afectada por el apalancamiento financiero, por los impuestos ni por los costes de amortización (que en determinadas empresas son muy altos). Además, permite medir en términos homogéneos las rentabilidades de diferentes empresas, incluso de diferentes países.

  • EBIT: Ingresos antes de los intereses y los impuestos.
  • EBT: Beneficio antes de impuestos.
  • Beneficio Neto: Beneficio final obtenido por la empresa al dividirlo por la inversión acometida. Nos dará el grado de rentabilidad del negocio.

En este artículo, se han analizado las distintas partidas que componen la P&G (ingresos y gastos) así como cuál es su estructura distinguiéndola entre la exigida legalmente y la que se utiliza desde un punto de vista analítico.

Tal y como nos comentaba Adam Smith, “El único presupuesto bueno es el presupuesto equilibrado”. Hemos podido comprobar que los resultados intermedios de la P&G analítica, así como el resultado final, nos brindan información muy relevante sobre la compañía. En especial, podemos ver como el resultado final está directamente relacionado con la rentabilidad de un negocio. De aquí la importancia de su debido estudio y análisis.