LAS OPERACIONES CORPORATIVAS (M&A) Y SU TRASCENDENCIA
El impacto que tiene una operación corporativa para la compañía siempre es relevante. En esta entrada enumeramos algunos puntos en los que centrarnos para maximizar su éxito.

Los que nos dedicamos a los servicios profesionales, somos muy conscientes de lo que implica el reconocimiento y el valor de marca. La imagen va directamente relacionada a tu persona, ya que no ofreces un producto tangible en el mercado. Este sutil matiz, algunas veces, puede convertirse en la punta de lanza en el momento de ofrecer y conseguir cualquier potencial proyecto. Actualmente, los servicios profesionales (en algunos casos) aún no se valoran de la forma que corresponde, ya no sólo desde un punto de vista de honorarios, sino también teniendo en cuenta otras perspectivas.
Un ejemplo -que trataremos en este escrito- son las operaciones corporativas (principalmente ampliaciones de capital y venta de compañías), donde las empresas que ya lo han intentado previamente tienen más conciencia, pero las que lo buscan por primera vez suelen estar mayoritariamente distorsionadas o focalizadas sólo con el fin y no en los medios necesarios para conseguir el éxito.
En este caso queremos centrarnos en operaciones de más de 0,5M€, ya que es cierto que por un valor inferior la exigencia del proceso es menor en términos de requerimientos y documentos a preparar. A partir de la cantidad mencionada y hacia adelante, un proceso de ampliación de capital o venta de una compañía sigue un proceso muy estructurado que se debe cumplir de la mejor forma posible.
Más allá de entender, dominar y trabajar con el proyecto, se debe preparar una serie de documentación específica -conjuntamente con la compañía- que servirá para poder salir al mercado con garantías.
Pese a los titulares anteriores, nos gustaría destacar algunos aspectos que marcan y definen la trascendencia de un proceso como este:
- Ser consciente de la importancia del proceso: Es uno de los procesos más relevantes por los que pasa la compañía (si no el más importante). Como empresa, de este proceso depende poder seguir adelante, poder crecer o vender; pero en todos los casos estamos hablando de una trascendencia significativa y que culmina todos los esfuerzos realizados hasta el momento. Por este motivo, es importante que la dirección lo entienda como tal, dedique todos los esfuerzos en el proceso y dé su apoyo en la preparación de la información necesaria.
- Proceso de generación de confianza y conocimiento del proyecto: Un asesoramiento de este tipo no es en ningún caso un proceso rápido ni sencillo. Es necesario «mostrar» el alma de la compañía para poder conseguir que la empresa que realiza el asesoramiento entienda y muestre la compañía con todo su potencial. Por tanto, no estamos hablando de un proveedor externo sino de un equipo que representará y hablará de la compañía enfrente el mercado. Por ello, es importante tener una confianza extrema en las personas que gestionen el proyecto. Cuanta más información y recursos recibimos los asesores, mejor podemos hacer nuestro trabajo.
- Minimizar el riesgo con profesionalidad: Siguiendo el punto anterior, el riesgo de no tener garantías en una operación de este tipo nos puede llevar al fracaso o al estancamiento. Es necesario realizar toda la documentación que un proceso como éste pide y acompañarte de profesionales expertos en la materia. Realizar este tipo de operaciones a nivel interno, cuando se trata de una operación relevante, no es posible sin personas expertas, pero lo más importante a tener en cuenta es que desgasta la operativa y el día a día de la compañía, lo que no nos podemos permitir en un proceso como este. Las personas, grupo inversor o corporación que esté dispuesta a realizar la inversión o compra de la compañía analizará la historia y el futuro con lupa, pero sobre todo los meses recientes mientras estudia la oportunidad.
- Solvencia y rigor financiero (no se trata de hacer de brokers): No nos encontramos ante un proyecto donde el trabajo de la empresa asesora sólo sea poner en contacto dos partes. Por lo tanto, sería un error entender que esta es la única tarea de la empresa asesora. Los asesores tenemos que mantener el rigor durante todo el proceso, pero especialmente en el aspecto financiero. Algunas empresas tienden a querer proyectar resultados que todos sabemos que no se cumplirán, ya sea para intentar argumentar un potencial crecimiento, una valoración superior o una expansión internacional que hoy no existe, entre otros; pero lo cierto es que lo que provocan este tipo de acciones es que las personas o empresas desestimen participar en un proyecto como este.
- No se puede asegurar al 100% el cierre de la operación: Este es un aspecto determinante en un proceso de esta tipología. En el momento que el cierre de una operación no depende de nosotros, sino de la voluntad de una tercera persona, grupo o empresa, como profesionales no podemos garantizar un éxito final. Realizaremos el proyecto de la mejor forma posible, pero en ningún caso aseguramos al 100% el cierre. Es obvio que todas las compañías son diferentes y tienen sus peculiaridades, lo que provoca que con la experiencia detectamos (o pensamos) que tiene más o menos posibilidades, pero en ningún caso garantías; ya que, de hecho, con los años te das cuenta de forma repetida que el mercado siempre te puede sorprender en ambas direcciones.
- Hacer frente a unos honorarios fijos sin saber si se cerrará la operación: En conjunción con el punto anterior, este también puede ser un aspecto limitante en la contratación de este tipo de servicios. Aunque algunas empresas consultoras lo hacen, en ST strategy nunca nos hemos planteado realizar un proceso de este tipo sin unos honorarios fijos (más allá del variable en caso de éxito). Somos conscientes de que realizar una operación de este tipo sin garantías de cierre es un riesgo financiero para la compañía, pero es necesario que hagamos nuestro trabajo de la mejor forma posible. Durante los primeros meses del proceso, más allá de entender y conocer el negocio, se genera un volumen elevado de documentación (documento informativo, plan financiero, valoración, documento de potenciales inversores, entre otros) que es indispensable para el proceso. En caso de no percibir una contraprestación por esta parte del proceso, más allá de que no se estaría dando valor a esta primera parte, provocaría que la empresa asesora se focalizara poco en el proceso previo a la salida al mercado, lo que normalmente desencadena en un no cierre de la operación por un análisis previo insuficiente.
Adicionalmente a los puntos comentados, un aspecto relevante en ST strategy (pero no en todas las empresas del sector) es el acompañamiento hasta el día de la firma. Consideramos que es un error realizar sólo la fase de generación y preparación inicial, o realizar el proceso de negociación en el mercado con una información que no hemos generado nosotros, ya que en cualquiera de los casos existe una falta de información para poder realizar el trabajo correctamente . Adicionalmente y siguiendo en esta línea, también se realiza un acompañamiento para la tipología de proceso, un proceso muy duro desde el punto de vista psicológico (con cambios constantes a nivel emocional), pero también muy intenso, sobre todo en la parte final, donde una cláusula o detalle puede desestabilizar el proyecto.
En operaciones como éstas es importante saber qué concesiones tienes que dar para poder acabar ganando en la posición final.