¿Por qué mi empresa necesita asesoramiento estratégico y cuáles son los resultados que debo exigir?

Lo importante es ser consciente de la relevancia de la estrategia dentro de la compañía y la necesidad de que ésta sea revisada de forma periódica.

por | Sep 8, 2022

Es importante iniciar esta entrada definiendo, ¿Qué es estrategia?

Como en su día indicó el Profesor Richard P. Rumelt, podríamos estar más de 30 minutos hablando sobre cómo definir estrategia, pero la realidad es que la estrategia es, en sus palabras, «Problem solving» (solucionar problemas). Si no se solucionan los problemas, estamos hablando de una mala estrategia.

Suele interpretarse que la estrategia es únicamente una planificación financiera a 5 años. Si bien, según nuestro punto de vista es indispensable, es sólo una parte del análisis necesario. Una estrategia bien definida consiste en remover la estructura, realizar cambios (no siempre agradables) y solucionar y/o optimizar todas las problemáticas que puede tener una compañía. Siempre es necesario crear tareas concretas que nos aporten una solución, no sólo definir el objetivo o la línea a trabajar.

Entrando ya en materia, analizamos la realidad del mercado. Después de años en el mismo, te das cuenta de que, paradójicamente, las compañías con una dirección más formada en estrategia y con mayor capacidad, son las compañías que más invierten en asesoramiento estratégico externo. Esto se debe a la conciencia de la necesidad de tener una guía clara y definida durante todos los procesos de la compañía.

El asesoramiento estratégico puede ser 360º pero también específico en departamentos concretos, buscando las formas más óptimas de solucionar cualquier problemática y estandarizando los procesos que se requieran.

Las compañías que acceden a contratar servicios de consultoría estratégica como el nuestro son plenamente conscientes de que la dirección busca (entre otros):

  • Inversión relevante de tiempo: La operativa diaria de la compañía implica una dedicación total por parte de todo el personal, independientemente del cargo. Este hecho provoca que el tiempo que se dedica a la estrategia es bajo o de poca calidad debido a los pocos espacios vacíos que restan en un día a día de alta intensidad.
  • Minimización de riesgo: Como ya apuntábamos en una entrada anterior, no tomar decisiones como compañía es, en sí mismo, una decisión de mantenimiento, continuidad y resistencia al cambio o a la innovación. Una vez tomada la decisión de realizar un análisis estratégico, queremos que el riesgo sea el menor posible, ya que el impacto de una mala decisión puede ser letal en algunos casos.
  • Experiencia y profesionalidad: Búsqueda de un servicio de la máxima calidad con credenciales y experiencia contrastada en la materia.
  • Inputs de otros sectores: Conocer el mercado donde se ubica la compañía, su competencia, la tipología de clientes…, entre otros, son factores indispensables. Sin embargo, analizar las posibilidades de la compañía teniendo en cuenta todas las opciones posibles, incorporando soluciones de otros sectores, es una práctica necesaria para poder utilizar todas las herramientas que existen en nuestro entorno. 
  • Profesionales independientes: Una estrategia siempre va acompañada de reflexiones, tareas específicas y, por supuesto, cambios y cambios. Realizar una estrategia con personal interno siempre puede generar un sesgo positivo hacia el departamento de las personas que realizan la estrategia, sea de forma consciente o no, pero las explicaciones y las implicaciones de proponer cambios siempre son complicadas desde dentro. Por eso, las compañías buscan en muchos casos la sinceridad, confianza y confidencialidad de un servicio externo.

Siguiendo los puntos descritos, para contratar a una consultora para que se dedique al análisis de la compañía es indispensable que la dirección tenga la voluntad de cambiar todo lo necesario y que sea transparente con la información que se pide.

Existen compañías en las que la voluntad de cambio es divergente en su dirección, así como otras que externamente quieren demostrar que hay una clara voluntad por el cambio, siendo otra la realidad. Es necesario tener una dirección con espíritu crítico y que cuestione los cambios si éstos les parecen inapropiados. De acuerdo con lo expuesto, es importante realizar la reflexión interna sobre la tolerancia a los cambios antes de contratar esta tipología de servicios. Si la decisión y voluntad es firme, el resultado siempre será mejor.

La transparencia en un proceso como éste es la base para conseguir el mejor resultado posible. Sin ésta no se podrá realizar un buen análisis, quedarán partes por definir y provocará que aparezcan temas no detectados en una fase posterior del proceso. Las compañías que tienen una transparencia total son las que mejor se adaptan a los cambios que se proponen, puesto que la información utilizada es total y veraz.

Cambiar la señalización de luces de neón

En cuanto a los resultados, también es necesario ser exigentes como compañía y es importante dejar claro cuáles son los aspectos que se buscan en el momento de contratar un servicio como éste. Tal y como definimos en nuestra página web, es importante:

  • Fijar unos objetivos claros por todas las partes: Sin un objetivo bien definido es imposible realizar una estrategia eficaz. Es necesario que nos aseguremos que todos sabemos cuál es la meta.
  • Estar alineados con las necesidades de la compañía: Es necesario avanzar conjuntamente, no tiene sentido proyectar un plan en el que la empresa no cree. Es necesario asegurar que trabajamos en la misma línea.
  • Conocer con precisión todo el proceso productivo: Es indispensable no sólo saber la teoría de cómo funciona la empresa, sino que también la queremos ver en la práctica y hablar con aquellos trabajadores que forman parte del proceso productivo de la compañía.
  • Un plan estratégico factible: Todos los pasos anteriores nos aseguran que el plan que presentamos en la finalización de nuestro servicio es compartido por la compañía, es realizable y asegura cumplir los objetivos fijados inicialmente.

El cumplimiento de los anteriores aspectos implica que el trabajo realizado es el correcto y que la compañía obtiene ese plan estratégico que realmente necesita para realizar los cambios pactados. Aquí es donde la compañía debe identificar si el servicio de consultoría que va a contratar es el adecuado o no.

Hay mucha variedad de compañías de consultoría estratégica en el mercado, pero es importante saber qué tipo de resultado queremos obtener para poder exigirlo previamente.

Para ST strategy es importante definir dónde nos encontramos hoy (punto A) y dónde queremos situarnos en unos años (punto B), pero lo más importante es trazar y definir de forma clara el camino y las tareas a seguir para ir de un punto a otro.

No es suficiente realizar una presentación con las líneas estratégicas a seguir con dos o tres titulares en cada una de ellas. Es indispensable definir tareas, solución de problemáticas, calendario de ejecución, organización de responsabilidades, recursos necesarios… por cada departamento (o área funcional).

Cualquier compañía que busque contratar un servicio de consultoría estratégica debe exigir que al finalizar el proceso recibirá de forma detallada todos los procesos y tareas que deben realizarse para conseguir alcanzar el objetivo pactado en el plazo de tiempo que se haya marcado.